lunes, 14 de febrero de 2011

Icosaedro

Dentro de mi cabeza, hay algo así  como 100 Evas

Hay una que andaría feliz en la antártica con los defensores de ballenas  “t-boneando” los barcos de los malditos japoneses que las cazan, que anhela mas que nada ir a ver y si es posible nadar o abrazar ballenas en cualquiera de las costas del pacífico donde rondan, ha estado a punto dos o tres veces con lanchita cotizada y todo para poder acercarse mas, pero por tal o cual, no ha podido. Ella es la que también, cura, regaña, baña, ama y entrena perros con los que convive y aunque son grandes compañeros en su vida, desea ir más allá.

Amiga de que esta conectada con la naturaleza y aprecia una taza de café al amanecer en el campo y extraña el cielo estrellado cuando esta en la ciudad, disfruta recorrer el campo a caballo, sintiendo el jugueteo del sol y el aire, en la piel y en su cabello, que es buena jardinera y le gusta sentir el lodo y el pasto entre los dedos de los pies y la lluvia en la cara. Igual que pararse frente a un lago entre montañas cubiertas de neblina con una cobija a su alrededor, feliz de haberla lavado con detergente ecológico.

Junto a ella está la hippie, que como buena hippie le gusta andar descalza o en chanclas aunque haga frío, pues es donde se refleja el espíritu y lo necesita libre. Además que como no la conoce nos puede mantener sin tecnología por meses.
Seguido platica con la amante del rock clássico, que bien podría haber sido grupie de Keith Richards, David Bowie, Keith Moon o Joe Strummer (ya porque si no, no acabo) y que tiene como padawan a la rockera moderna que sería grupie de Trent Reznor, Dave Gahan, Bono, Brandon Flowers. Quien a cada rato zapea  a la rockera teenager porque aún duda si el vocalista de Tokio Hotel es hombre o mujer

Hay una que derepente se apodera del itunes y pone spanish girl,  es la experimental, un día se topó a Wolfmother y tiene una estrellita por eso y todas le agradecen a Shooter Jennings, que se los recomendó, la sexual, que se volvió sabia ermitaña, la metalera que no podía moverse después de ir a un concierto de Metallica y a la que le gustan los hombres mas dominantes que ella, o rudos de cierta forma, (aunque un amigo le dijo que, mas bien eran feos), como Mikey Rourke, Tommy Lee Jones, Gary Oldman, Edward Norton o Al Pacino.
Ella terapea a la sensible y a la bimbo que a veces le gustan Ashton Kutcher y Brad Pitt y que obviamente se encarga de las compras zapatos, ropa, pinturas, cortes, tintes de pelo, etc, no es tonta, simplemente se distrae fácilmente con tonterías y banalidades, por eso es que maneja muchas cosas, además, se asesora con la gadgetera amante y adicta de la tecnología que sabe hacer buenas comparaciones de precios y es buena compradora, que acostumbra ir a pelearse a la plaza de la computación o a sacarle canas a los chavos de radioshack, por deporte.
Y eso fue porque platicó con la que le gusta el basquet y entiende bien los deportes, que le enseñó que es buena forma de canalizar el stress y depresión incluso con solo verlo, ella lo aprendió de la gamer, que después del verde, azul, verde, azul asqueante de Flight Simulator para Atari, hasta lo divertido de Pilot Wings, sigue asombrada esperando el siguiente Ace Combat, también terminó con la mano adolorida después de hacer la endless playlist de Rock Band y pasa increíbles fines de semana con sus noches en Jacinto, Azeroth o Liberty City
También está la enamorada,  su verdadero amor son los autos, puede hablar de ellos un buen rato con algún otro conocedor y  más allá de los momentos que le dieron en la universidad con Gran Turismo o en Clavería con Burn Out, el rugir de un  motor, en especial un V8 al arrancar y correr, se siente desde sus dedos hasta su estómago y al estomago de todas, llevándolo a un lugar donde se anhela poder consumar aquel censurable trío con un mustang  y un camaro ambos negros,  en una tarde de … detengámonos ahí.
Ella es la que le recomienda los autos para escape a la caza zombies, quien se mantiene en constante entrenamiento pero en realidad es su naturaleza sanguinaria la que la mantiene viva, anda por ahí con escopeta y machete en mano, volando cabezas y a falta de zombies entrena con gente estúpida, amarró y castró a varios de su jefes en 10 segundos, ella y la sádica van al mismo curso de “anger management”. Se pasan técnicas una a la otra y se comunican frecuentemente incluso hasta para tomar un café con la rencorosa y la orgullosa que trabajan sus problemas lanzándolos en bungee inalámbrico una y otra vez, hasta que no regresen a hacer fila.
Diariamente todas asisten a terapia de grupo con la antipática, la soberbia, la paciente, la afectuosa, la obsesiva, la complaciente, la de mal genio, la criticona, la tierna, la intolerante, la sincera, la callada, la analítica, la neurótica, la amena,  la irónica, la hiriente y la idealista , buscando equilibrio y sensatez para dejar de odiar a la enfermiza que nos cambió el plan, y la fortaleza  para liberar y sosegar a la trabajólica que ha estado en confinamiento solitario… y obviamente, no nos habla.

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