jueves, 22 de marzo de 2012

¿Piedra, papel o tijeras?

 A veces Netflix en mi Xbox tarda un poco en cargar.

Algunas veces llega a desesperar de tan lento, pero todo es cuestión de tener o no un internet de velocidad decente, la mayoría de las veces depende de la hora y el ciber tráfico.  Si a eso le agregamos que algunos días hay dos laptops, dos celulares, una pc y un Xbox, todos conectados al mismo modem, pues ni como ayudarme.

Aún así los días que exploro la televisión por cable, siempre termino mentando madres. 
Si estás pagando cable (cualquiera que éste sea) estás tratando de evadir la TV abierta y la gran mayoría de la basura que trae con ella, comerciales sobretodo. Lo feo de esto es que los negocios de algunos, nos echan a perder la tele a otros.

Hubo un tiempo en que creía que los infomerciales era lo peor que te podías encontrar en la TV por cable (Hablando de comerciales. Ya si decides ver Mariavision o Infinito es decisión tuya). Creí perdida la TV por cable cuando vi un comercial del Dr Simi. Pero con los servicios de cable que tenemos en esta ciudad, que pese a ser de las más grandes de la república, refleja su toque de provincia por todos lados, los infomerciales y el Dr. Simi eran la gloria.

Yo no se quién les dijo a estas personas que me pueden interrumpir un comercial de Warner. ¿Ahora resulta que ni eso puedo ver a gusto? Y eso es cuando la persona encargada de interferir los comerciales (si es que hay tal) se pone las pilas e interfiere comercial sobre comercial, porque si se le da la gana interfiere justo cuando tu personaje favorito de tu serie consentida está por desembrollar toda la temporada y estás en la orilla de la silla esperando la siguiente frase y ¡BUM! te avientan esto en la cara.

Pido disculpas por hacerlos ver eso. Pero necesitaba que lo vieran para que entiendan mi berrinche.

Ese es un caso extremo. Pero desde los canales de cable repitiendo temporadas sin avisar (ahora ya algunos lo hacen) hasta las compañías transmisoras de dichos canales interfiriendo sin ton ni son con anuncios mal hechos de películas y partidos de futbol por pago, resulta muy incómodo ver tele. Aún por cable.

De ahí que brinque a ver las series que me gustan en internet. Sé de cierto que no soy la única. La mayoría de mis conocidos lo hacen y mucha gente más también. Todos nos revolcábamos de sólo pensar que la SOPA o similares se hicieran efectivas y todos rezamos por el alma de Megaupload. Y esperamos la reencarnación.

Esto de los comerciales es algo que nos irá persiguiendo a donde vayamos porque entre canales y transmisoras buscarán siempre la forma de hacer negocio con ello. Ya lo estamos viendo en Youtube. Y las páginas donde podemos ver las series en Internet saturadas de publicidad.
A fin de cuentas es como jugar piedra papel o tijeras, con TV abierta, TV por cable o TV por Internet. En algún punto cualquiera puede ganar, pero de igual manera puede perder. 

Como en un mexican standoff convencional.


Mientras tanto, prefiero aguantar unos minutos de silencio a que cargue Cuevana o Netflix y sus clasificaciones inciertas, a tener que aguantar el terror de la invasión de comerciales locales en la TV por cable. Para eso mejor veo cualquier canal de TV abierta.

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